Historia de Tarzán

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Tarzán mascota del Recinto de Mayaguez

El Tarzán es la mascota del Colegio y el símbolo que acompaña e inspira a los atletas en todos los eventos deportivos,  particularmente en las Justas Interuniversitarias.

Artículo sobre Tarzán

El profesor de Educación Física, ya retirado, Nolan Comas, escribió la siguiente historia para el periódico El Interrogador sobre como surge el Tarzan.

¿De dónde sale el nombre de Tarzán?

¿Alguna vez se han preguntado por qué la mascota del Colegio es un bulldog y lo llaman Tarzán?  La historia se remonta al año 1946, época en que ya éramos invencibles en todos los eventos deportivos y teníamos, como hoy, un alto concepto de lo que llaman Colegio.  Para esa época Johnny Weismüller había puesto de moda al legendario personaje de Tarzán.  La masculinidad, el coraje, la rudeza que encarnaba este feroz personaje encajaba perfectamente con la hombría que siempre se ha hecho patente en nuestros atletas colegiales.

El bulldog inglés

Fue por eso, por lo que hasta el 1946 acostumbrabamos a vestir de Tarzán a un estudiante y lo exhibíamos ante las multitudes que se daban citas en las Justas para poner de relieve la cría que siempre ha sido insoslayable en nuestro atleta colegial.  Posteriormente se pensó en un león y hasta en un puma, con la idea de perpetuar la ya tradicional ferocidad deportiva de nuestros muchachos.  No obstante hubo que descartar la idea, porque las leyes de seguridad no lo permitían desfilar.  Hacia mediados de la década del 40 el mundo esperaba fervientemente que la Guerra Mundial llegara a su fin y entre las muchas personas que por una u otra razón habían acaparado la atención de la prensa mundial estaba Winston Churchill.  El heroísmo de este insigne personaje había estremecido la opinión global cuando, ante una Inglaterra deshecha por los rigores de la guerra, dijo «Inglaterra no se rinde».  El pueblo perpetuo su hidalguía y acendrado patriotismo denominándolo «el bulldog inglés».

Ni remotamente pasaba por la mente de los miles de periodistas que aclamaban a Churchill que con ello se aclararía para siempre el símbolo que en lo sucesivo habría inmortalizarse en las gestas deportivas del Colegio.  Sixto Ramirez, Libertario Avilés y Hector Huyke acababan de adoptar por analogía el bulldog llamado Tarzán, quien nunca más dejaría de presidir el desfile en las famosas Justas Intercolegiales.

Nuestro primer Tarzán

Las autoridades del Colegio hicieron las gestiones pertinentes para conseguir el bulldog que habría de ser bautizado con el nombre de Tarzán.  No obstante, dichas gestiones resultaron infructuosas y en su lugar tuvo que desfilar un boxer coronel Victor Domenech.  Éste pasó a ser la primera mascota del equipo colegial.

Cuando finalmente llego Tarzán, el Colegio lo recibió con una parada del ROTC a la que asistió la comunidad universitaria en pleno.  Tarzán fue atendido en forma particular.  Se le preparó una jaula debajo del árbol de mangó y los prepas tenían que reverenciar su figura, sopena de ser «severamente disciplinados».  Un año después nuestro primer Tarzan pasaba a mejor vida, víctima de un hueso que se le atraganto por lo que murió asfixiado.

Rápidamente se puso en marcha el encomiable espíritu colegial y los estudiantes hicieron una recolecta para sustituir al malogrado primogénito.  Para que recibiese los mas encarecidos cuidados se puso bajo la custodia de don Enrique Huyke.  Su meritoria labor se extendió hasta 1975, año en que el ilustre profesor se jubiló.

Este Segundo Tarzán llegó a nuestro campus procedente de Oklahoma cuando solo contaba con ocho semanas de vida.  El tercero y el cuarto se debieron a la gentileza del señor John Wiburn y su esposa de Texas.

El quinto fue un obsequio de la fraternidad Phi Eta Mu.  Éste también descansa en paz luego de haber -como los anteriores- provocado la mas ulcerantes reacciones entre nuestros rivales.  El sexto Tarzán también fue un obsequio de la Phi Eta Mu.

En 1976 don Luis A. Vilanova dono la primera mascota que se bautizó con el nombre de Jane, que se volvió en la querendona del entonces rector Rafael Pietri Oms.

A vuelo de pájaro, esta es la historia de la mascota colegial.

Hasta aquí esta información fue tomada de la página www.uprm.edu/noticias y eventos

Ahora bien, de parte de la Asociación y Fundación Alumni Colegial les informo que:

Para el 2003, la Junta de Directores de la Asociación Alumni Colegial aprobó la iniciativa de adquirir un nuevo «bulldog» a raiz de los tarzanes que perdieron a su mascota, a su símbolo deportivo.  La adquisión en ese entonces, se convirtió en el noveno que llega a la Casa Colegial, luego de seis años huérfanos del símbolo deportivo.

El exrector del hoy Recinto Universitario de Mayaguez, el Dr. Fred Soltero Harrington, quien fue presidente de nuestra organización se puso en contacto con los criadores de perros de esa raza en Houston, TX, que habían provisto las anteriores mascotas, pero se habían mudado al estado de Iowa.

Desde este estado llegó a la Sultana del Oeste el nuevo Tarzán, el pasado 12 de diciembre y se aprovechó a  la cena del Trigésimo Aniversario de Educación Física que se celebró con todo su esplendor y con una concurrencia que sobrepasó 250 exalumnos.  Desde entonces la Asociación y Fundación Alumni asumió todos los gastos para traer al «cachorro» de solo 12 semanas de nacido y el costo del cuido ejemplar y principal símbolo del ¡Antes, Ahora y Siempre, Colegio!

Nuestro Segundo Vicepresidente de la Junta de Directores de nuestra Asociacion, el Sr. Carlos Díaz, quien es un historiador, un colegial de corazón ha tenido a su cargo las mascotas del colegio, asumiendo la responsabilidad de cuidar a los tarzanes, que mencionan en el himno del Colegio en forma de parodia.  «Ese perro del Colegio, eso si que esta…»

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